Las otras son Utiel-Requena, Alicante, Valencia y Cava. El motivo, según el director corporativo de la compañía, Javier Gandía, es la necesidad de "diversificar" hacia aquellos caldos que más demandan los clientes. "Trabajamos en 85 países y esto nos permite dar más servicio a los clientes con un portfolio con las denominaciones de origen más conocidas de España", explica.
Para elaborar estos vinos, BVG ha comprado algunos viñedos en la zona de Rueda y ha firmado acuerdos con viticultores para comprar uva tempranillo en Rioja y Ribera y verdejo en Rueda. Bajo la supervisión de algunos de los seis enólogos de la compañía, los vinos se elaboran y crían en bodegas alquiladas en cada una de las zonas. El resultado es tres tintos de Rioja (con la marca Raiza), uno de Ribera (Dolmo) y un blanco de Rueda, con la marca Nebla. Según Javier Gandía, "el riesgo es pequeño porque no se ha hecho una gran inversión".
La producción en el primer año será de 330.000 botellas, que supondrán menos del 1 por ciento de los 35 millones que produce la bodega de la familia Gandía. En España, el destino de esta producción será la hostelería, mientras que en el extranjero se incluirá en el catálogo con el que comercializa el vino entre distribuidores. Los precios en las cartas de los restaurantes oscilarán entre 12 euros del Rueda y los 22 euros del Rioja reserva.
El próximo será gallego
Este proyecto de diversificación empezó "hace cinco o seis años", según Javier Gandía, y no ha terminado. La bodega produce, junto a los vinos tradicionales, dos vinos ecológicos y dos cavas valencianos, y prepara el lanzamiento de otro producto para enriquecer su catálogo, un albariño. Según el director corporativo de la compañía, el conocido vino blanco gallego de la denominación de origen Rías Baixas estará en el mercado a finales de este año.BVG invirtió el año pasado 2 millones de euros en la ampliación de sus instalaciones de la comarca Utiel, concretamente en su bodega de elaboración ubicada en el complejo vitivinícola Finca Hoya de Cadenas. Gracias a esta inversión, la bodega ha duplicado la capacidad de elaboración de esta instalación, pasando de 4 millones de kilos a 8 millones, así como la superficie total de la bodega, de 1.800 metros cuadrados a 3.600 metros cuadrados.
Aceite de oliva
La bodega presentó este jueves otra novedad, una línea de aceites de oliva que supone su primera incursión en un producto no vinícola. BVG tiene en Utiel (Valencia) olivos desde hace muchos años y producía aceite para consumo familiar y de amigos. "Aceite y vino tienen los mismos canales de distribución y está de moda el aceite distribuido por bodegas, así que decidimos probar", explica Gandía.La empresa distribuirá con su marca dos aceites de oliva virgen extra de Castellón, uno de edición limitada a 5.000 botellas, destinado a tiendas gourmet con un precio de 15 euros por botella de 100 mililitros, y otro dirigido al canal de hostelería y restauración.
Bodegas Vicente Gandía facturó 40 millones de euros en 2010. La empresa exporta el 75 por ciento de su producción a un total de 85 países, tres cuartas partes en el continente europeo y el resto en América, África y una pequeña parte en Asia. Las ventas hasta mayo han crecido un 6 por ciento, según Javier Gandía.
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