«Muy buena». Tal es la calificación otorgada por 18 expertos catadores a la añada de 2010 de la Denominación de Origen Arribes del Duero. La valoración se realizó ayer por la mañana en el patio del Parador Nacional de Zamora, donde los catadores-entre los que se encontraban los presidentes de las asociaciones de sumilleres de Zamora y Salamanca, e asesor técnico del Museo del Vino de Castilla y León, representantes de la Estación Enológica o el periodista Javier Pérez Andrés- probaron blancos, blancos fermentados en barrica, rosados, tintos jóvenes y tintos con diferentes estancias en barrica, desde los tres hasta los seis meses.
De todas las muestras valoradas, 102 fueron calificadas de excelentes, 128 muy buenas y 4 buenas. «Cada año nos aproximamos más al excelente», indicó Carlos Capilla, director técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arribes del Duero. Después de cuatro calificaciones de la añada, en esta ocasión los vinos se han quedado a 26 puntos de la excelencia.
La sensación de los vinos zamorano-salmantinos entre los catadores fue muy buena. Y así lo ratificó Miguel Ángel Benito, director del Máster Internacional de Sumilleres San Pablo-CEU y asesor técnico del Museo del Vino de Peñafiel, quien no dudó en calificar la variedad Juan García como «el Titanic de los Arribes, el esplendor hecho vino. A partir de 2010 la Juan García va a marcar un hito».
Según Carlos Capilla, el ciclo de la cosecha de 2010 «terminó perfectamente, lo cual se ha demostrado en la potencia de la nariz, la potencia de los aromas de los vinos, colores muy bien integrados, y la relación entre fruta y madera de los vinos que han tenido una permanencia en barrica ha sido fantástica».
La cosecha de 2010 de la Denominación de Origen Arribes del Duero rozó 1,4 millones de kilos, que se traduce en torno a un millón de litros y unas 600.000 botellas en el mercado. Y aunque el local y el regional es el espacio preferente donde se consumen estos vinos, «está funcionando muy bien Cataluña, y nos estamos abriendo al mercado internacional tanto en Europa como en Estados Unidos y Japón».
Reconocida como D. O en el año 2007, los vinos de Arribes del Duero han experimentado «un crecimiento importante», según Carlos Capilla, conseguido «gracias a una buena calidad y a un precio muy competitivo en el mercado, que es lo que busca el consumidor».
Respecto a la cosecha de este año, con 460 hectáreas inscritas, Carlos Capilla avanzó que «pinta fantásticamente bien». Y aunque la Juan García se puede considerar como el «buque insignia» de la Denominación, es destacable también la pujanza de las uvas blancas de Malvasía, tinto de Tempranillo o Rufete. El responsable técnico confirmó también la próxima modificación del reglamento para incluir la variedad Bruñal en la Denominación de Arribes del Duero.
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