A solo 12 grados de temperatura, inusual en estas fechas, jarreros, asistentes de todas las regiones españolas y algunos de países extranjeros, se lanzaron nada menos que 50.000 litros de vino con los más diversos instrumentos.
En Haro, en San Pedro, todo vale; cubos, pistolas, mangueras, regaderas, cualquier cosa que permita empapar de vino a todos los que estén al alcance, hasta que todo el mundo este teñido del color morado.
El día de la Batalla del Vino comienza con la subida a las 7 de la mañana a los Riscos de Bilibio. La gente vestida con ropa blanca y su pañuelo rojo de fiestas va cargada de todo el vino posible para la batalla, llevándolo en botellas, botas, calderos, pistolas de agua, sulfatadoras o cualquier artilugio que se pueda utilizar para transportar el vino.
En la cima el Regidor Síndico a caballo, coloca el pendón de la ciudad en lo más alto de las peñas dando lugar al comienzo de la misa. Y una vez terminada la misa, la Batalla del Vino comienza con miles de litros lanzados en todas las direcciones. Cuando ya no hay mas vino para derramar, los participantes se quedan en los alrededores para secarse y comer los típicos caracoles.
Ayer Haro tuvo la fiesta más fresca de los últimos años, y no solo por el vino empapando las ropas, sino por las bajas temperaturas. Hoy los videos de los jarreros disfrutando de su fiesta, ya están en la red.
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